Fotos Santu Medé 2021
Sí hubo Santu Medé. Obviamente, no como todos desearíamos; pero así todo, los devotos pudimos cumplir con nuestra cita anual para agradecer al Santu (a los Santos, que San Celedonio también es nuestro mártir) los favores concedidos y pedir que nos aleje de las "pestes" y demás males que nos acechan.
Las misa, oficiada por el Párroco don Amador, se celebró en la Ermita de San Emeterio, que también como novedad lucía espléndida. Hubo gaita y tambor, como antaño; con pasacalles por el pueblo, luego en San Emeterio y más tarde en el pueblo.
Comenzaba la mañana con una extraña sensación. Estábamos allí, pero... no se oían los autocares de los grupos, no se veían a las mozas desfilar desde la Casa concejo al ritmo de los abalorios de los trajes, no se miraba al cielo a ver qué nos auguraba el tiempo, ... En definitiva, no había ese olor especial que como en todas las fiestas de la comarca se respira en los amaneceres del Día Grande.
Pero agradecidos por poder contarlo contuvimos la lágrima cuando la gaita y el tambor pasaron por nuestra casa y ¡venga! para San Emeterio a ver al Santu. ¡Qué bonita estaba la Ermita! qué manos tenemos en el pueblo y cuánto lo valoramos. Limpiaron, podaron, carretaron, adornaron, ... un lujo; no decimos nombres, los conocemos, están siempre para todo lo que se necesita, con nuestro Presidente, Justo, el primero dando ejemplo.
Y en la misa, no sólo Pimiango estuvo presente: los ribadedenses incondicionales de la fiesta allí estaban. Comenzando por nuestro alcalde Jesús Bordás, gran devoto, siguiendo por Pancho que vino de Colombres para ayudar a don Amador y a nuestras lectoras mansoleas. Hasta el coro aunó las voces locales y las de La Franca y Colombres ¡gracias!
Se rezó el Padre Nuestro en mansolea como novedad en una misa. Y nuestros nuevos vecinos (ya no son nuevos pues están totalmente integrados) Marisa y Luis del grupo Mestura, si bien ya habían presentado en la Iglesia de San Roque su "Tierra de Mansoleas", esta vez lo hicieron en este lugar mágico donde se concentran tantas "bendiciones".
Estrenamos los bancos, que nuestro carpintero tuvo a punto para la fiesta; también estrenamos las sillas, que estaban tan bonitas que nos olvidamos de la fastidiosa distancia de seguridad.
Tomamos el mistela, recordando a Elena, y subimos al pueblo, pues ya se repartía el Bollu; una buena idea para agradecer a los socios que siguen ayudando a la Comandefe (como nos dijo un socio al entregarle el revistín, "claro que colaboro, no habrá fiestas, pero igual que el socio del Oviedo y del Gijón sigue fiel a sus obligaciones, aquí debemos hacer lo mismo". Vendrán tiempos mejores, decimos nosotros y disfrutaremos de las fiestas y de todas las actividades que esta Comandefe entusiasta lleva a cabo).
Gracias a todos.
María L.G.
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