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Un precioso Santu Medé


Eso fue lo que ayer vivimos en Pimiango, una fiesta preciosa y espléndida en todos los sentidos. Tanto la parte religiosa como la folclórica se vivieron intensamente en nuestra fiesta más entrañable y participativa. Mansoleas, ribadedenses, asturianos, cántabros, ... amigos de la fiesta en general disfrutamos ayer sobre manera en el lugar de San Emeterio. La procesión salió de la iglesia como es habitual escoltando al Santo subido en andas y escoltado por los fieles que no se perdieron la excepcional salida del Sr. Arzobispo desde nuestra Iglesia Parroquial. (Allí comenzó su visita a nuestro patrimonio religioso destacando la riqueza que atesora: la imagen de Tina, Santa Ana y el Niño y las pinturas de Magín Berenguer). Empieza la procesión, no llueve, temperatura ideal, las mozas cantan "este camino lo andamos poquito a poco y despacio ¡Viva la gente de honor que nos viene acompañando!".

Una emotiva parada en el Cementerio sirvió para recordar a nuestros familiares difuntos y proseguir, entre el mar y los Picos, la procesión que los grupos de gaitas, tambores y pitos amenizaban con maestría. Las autoridades civiles también admiran el paisaje, no es para menos.

Llegamos a San Emeterio donde las mozas le cantan al Santo: "ya llegamos a tu Ermita toda cubierta de flores y a tus pies nos postraremos para implorar tus favores". La capilla de campaña hubo de ampliarse con la colocación de un altar improvisado pero cuidadosamente vestido. Fueron trabajos extraordinarios que dieron empaque a la celebración, gracias a la infraestructura del ayuntamiento de Ribadedeva y al trabajo y dedicación de miembros de la Comandefe que días previos bajaron y subieron innumerables veces para reparar, limpiar, adornar...

La Misa, celebrada por el Sr. Arzobispo, cuidadosamente preparada por nuestro Párroco y cantada por la coral del Concejo de Llanes fue bonita y participativa. Los miembros del grupo folklórico de Tanos bailaron una danza como ofrenda y también bailaron y cantaron al Santo al terminar la celebración (los grupos de Cantabria cantan a la Virgen o al Santo protagonistas de la fiesta después de la bendición).

La foto de rigor y los bailes de los tres grupos participantes, de Posada de Llanes, de Tanos-Cantabria y cómo no, de nuestro grupo Mansolea. Destacamos de este último su actuación, tanto de la mañana como de la tarde y admiramos el esfuerzo tanto de sus directores como de sus danzantes. Nos deleitaron con el Xinrigüelu, la Jota de Pimiango, el Pericote, el Saltón y el Corru de Pimiango. Recordamos que: "este lugar pintoresco fue cenobio de ermitaños y con nuestras danzas sagradas, reviven ecos de antaño".

Después se lleva el Santo a la Ermita y se le ofrecen los Ramos. Allí, en nuestro Bien de Interés Cultural, un concierto de la coral llanisca da el broche a la jornada matinal.

Después, la comida campestre, con una variada oferta culinaria y una temperatura ideal para comer, descansar, fotografiarse... en definitiva disfrutar del patrimonio tanto arquitectónico, paisajístico y arqueológico que en San Emeterio y alrededores poseemos.

Subimos a la plaza y rematamos el Ramo. Los grupos folclóricos de nuevo actúan, se subasta el Ramu y se sortea la muñeca. Con Fernando Corujo cerramos la fiesta y cantamos "Glorioso San Emeterio la despedida te damos, que podamos alabarte los mismos dentro de un año".

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